Descubre la Fascinante Historia del Hotel donde se Hospedaron Hitler y Perón

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Descubre la Fascinante Historia del Hotel donde se Hospedaron Hitler y Perón

La historia detrás de un hotel en el que se habrían hospedado Hitler y Perón

Desde fines de los ‘80, la municipalidad de la localidad cordobesa lo conservaba y organizaba visitas guiadas.
*19 de diciembre de 2025*
*08:40*

El Gran Hotel Viena, ubicado en Miramar, Córdoba, se inauguró en 1942 con 84 lujosas habitaciones, un pabellón termal que contaba con servicio de médico, enfermera y masajista, y un salón comedor con capacidad para 200 personas, equipado con vajilla de loza inglesa, copas de cristal y cubiertos de plata. Además, ofrecía biblioteca, calefacción, salas con piso de granito, mármoles, arañas con caireles de cristal, ascensores, teléfono, correo, sucursal bancaria y electricidad generada por una central propia. Hoy, tras haber enfrentado diversas vicisitudes, es un museo municipal, aunque la Justicia ha ordenado que su propietaria, la Wandorf Company, recupere la posesión, lo que abre una incógnita sobre su futuro.

En un fallo unánime, la Cámara de Apelaciones de San Francisco, Córdoba, revocó la sentencia de primera instancia y priorizó el derecho registral sobre los usos municipales. Esto significa que la Municipalidad de Miramar debe restituir inmediatamente el inmueble a su propietaria, Wandorf Company, una firma dedicada a los negocios inmobiliarios. Esta decisión pone fin a un litigio que comenzó en 2010.

El hotel Viena fue declarado patrimonio cultural local en 2005.
La historia del hotel comenzó en 1936, cuando Máximo Pahlke, un directivo de la empresa alemana Mannesmann, llegó a esta localidad buscando alivio para la psoriasis de su hijo y el asma de su hija. Al notar que sus problemas de salud mejoraron, decidió invertir US$25 millones en un hotel. Inicialmente, se asoció con la dueña de un hospedaje, pero luego continuó solo.

El nombre «Viena» fue elegido por la esposa de Pahlke en honor a su ciudad natal. En 1941, aún sin terminar, el hotel ya recibía huéspedes que llegaban en tren a Balnearia, a 12 kilómetros de Miramar, donde eran recogidos con una estanciera. Como el vehículo no tenía vidrios traseros, se les proporcionaba guardapolvos para proteger sus ropas del polvo levantado por el camino.

El Gran Hotel Viena fue golpeado por la inundación de 1977.
El hotel contaba con una bodega de 10.000 botellas de vino, una panadería propia y un depósito de conservas. Además, poseía cocheras con surtidores de combustible para uso exclusivo de los pasajeros. En el frente del edificio había una gran pileta, dividida en una parte de agua dulce y otra de agua salada.

En el desayuno, el hotel ofrecía a cada huésped el ejemplar del día de LA NACION y, para aquellos que deseaban visitar la laguna con fangos terapéuticos, les proporcionaba gorro y zapatos. La laguna se ubicaba a unos 80 metros del hotel.

A solo dos años de haber abierto, los Pahlke se retiraron y el hotel quedó a cargo del jefe de seguridad, Martin Krugger, quien, tiempo después, apareció muerto sin que se aclararan las circunstancias de su fallecimiento. Las versiones sobre el hotel se multiplicaron: que era un lavado de dinero nazi, un hospital para soldados de la guerra, o incluso un refugio para criminales. Existen rumores que aseguran que Adolf Hitler y Juan Domingo Perón habrían estado allí, sumando así al misterio que rodea al Viena.

Cerrado por años y gestionado en dos ocasiones por familias argentinas, la inundación de Miramar de 1977 afectó considerablemente su estructura. En ese entonces, ya era propiedad de la Wandorf Company, que realizaba inspecciones periódicas y cumplía con el pago de impuestos y tasas, aunque no lo utilizaba.

En 1988, la Municipalidad ingresó al hotel bajo un contrato de comodato para evitar que fuera ocupado. Junto a la Asociación Civil Amigos del Gran Hotel Viena, se encargó de su mantenimiento y de organizar visitas guiadas. En 2005, se lo declaró patrimonio cultural local.

En 2010, la empresa propietaria solicitó a la Municipalidad el desalojo del hotel tras certificar la «explotación turística» sin autorización. Según el fallo de la Justicia, la administración municipal nunca dejó de reconocer la titularidad ni la posesión del hotel por parte de la Wandorf Company. Los camaristas sostuvieron que «nadie puede cambiar por sí mismo, ni por el transcurso del tiempo, la causa de su posesión» y añadieron que las mejoras realizadas no exteriorizaban una posesión excluyente. Por lo tanto, el fallo ordena a la Municipalidad desalojar «con todo lo allí edificado, clavado, plantado y adherido al suelo».

En la actualidad, el municipio está analizando el fallo para determinar si existe alguna alternativa posible.

Fuente: Gabriela Origlia
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