Inversión Inmobiliaria: La Opción Más Rentable y Rápida Más Allá de Comprar de Pozo

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junio 9, 2025

Inversión Inmobiliaria: La Opción Más Rentable y Rápida Más Allá de Comprar de Pozo

CUÁL ES LA INVERSIÓN INMOBILIARIA MUCHO MÁS RENTABLE Y RÁPIDA QUE COMPRAR DE POZO

MIENTRAS UNA OBRA NUEVA PUEDE TARDAR 3 AÑOS, ESTA OPCIÓN DEVUELVE HASTA UN 40% ANUALIZADO EN MENOS DE 12 MESES Y CON MENOS RIESGO, EN ZONAS TOP DE CABA.

En Buenos Aires, incluso en barrios con excelente ubicación y alta demanda, hay una considerable cantidad de inmuebles en desuso o con bajo rendimiento, como las casas antiguas en lote propio, especialmente en Palermo, Colegiales, Villa Crespo o Chacarita; PH con superficie ociosa o potencial de ampliación, edificios con problemas de mantenimiento y oficinas vacías que pueden reconvertirse en departamentos para alquiler temporario o unidades multifunción. Ante este escenario, el redesarrollo se posiciona como una estrategia clave en el mercado inmobiliario.

A diferencia del tradicional «flipping», que se centra en intervenciones puntuales sobre unidades individuales, esta modalidad busca revalorizar activos existentes sin necesidad de construir desde cero. Además del beneficio económico que representa para los inversores, también genera un impacto directo en el entorno urbano. Según el consultor y desarrollador inmobiliario Juan Pablo Pinelli, «estos proyectos se implementan sobre complejos degradados, sin atractivo visual y que afectan negativamente la estética de las cuadras donde se encuentran».

La intervención sobre estas construcciones no solo les devuelve funcionalidad, sino que también mejora de forma sustancial la calidad del espacio público y eleva el valor del entorno inmediato. El impacto se amplifica en emprendimientos de gran escala, como el Edificio Del Plata, ubicado junto al Obelisco, adquirido por la desarrolladora IRSA al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

REDESARROLLO INMOBILIARIO: QUÉ ES Y POR QUÉ CONVIENE A INVERSORES Y COMPRADORES

El redesarrollo actúa como una estrategia inmobiliaria con menor riesgo para revalorizar una propiedad y ganar rentabilidad, ya que se parte de un activo tangible, que cuenta con ubicación, servicios y estructura.

Ezequiel Mercado, CEO de Merva, explica: «Se interviene de manera estratégica para adaptarlo a nuevas necesidades, lo que implica menos incertidumbre que un pozo tradicional, donde dependés del costo futuro, la inflación y los tiempos burocráticos. Hay más control sobre el proceso, más velocidad y, muchas veces, mayor retorno ajustado por riesgo».

También hay ventajas concretas para el inversor que busca adquirir un departamento. «A diferencia de una obra nueva, que en la Ciudad de Buenos Aires puede demorar alrededor de tres años, este tipo de proyectos tiene plazos significativamente más breves», asevera Pinelli.

El proceso completo, desde la escritura de la propiedad hasta la preventa y renovación de las unidades, puede durar alrededor de tres meses. Luego, se suman otros tres o cuatro meses para la entrega definitiva de las escrituras. En un país como Argentina, que ha atravesado 9 crisis económicas en los últimos 25 años, los proyectos con períodos de inversión más cortos son clave para desarrolladores e inversores.

«Este tiempo es considerablemente más corto porque no requiere la aprobación de planos de obra tradicionales, sino solo el trámite de subdivisión, que agiliza tareas administrativas y la entrega al comprador», detalla el experto. Esto también limita la exposición a la volatilidad económica y cambios abruptos del mercado.

¿COMPRAR DE POZO O UNIDAD EN REDESARROLLO? EL IMPACTO EN LA RENTABILIDAD

El redesarrollo ofrece una alternativa más dinámica y con mejor ecuación riesgo-retorno frente a las inversiones tradicionales desde el pozo. Con plazos de entre 6 y 12 meses —frente a los 24 a 36 de una obra nueva—, «este modelo permite obtener rentabilidades del 30% al 50% en dólares, e incluso más si se combina con estrategias de venta por unidad o renta temporaria», aclara Mercado.

Un inversor que acompaña a un desarrollador puede adquirir una unidad lista para su uso, con un descuento cercano al 25%, en menos de un año. Esto genera retornos anualizados que pueden alcanzar entre el 35 y el 40%, según Pinelli.

Aunque las obras desde cero pueden prometer retornos más altos en términos brutos, el redesarrollo ajusta mejor en función del riesgo, el tiempo y la liquidez. Además, «permite captar la ganancia al momento de la venta o empezar a generar ingresos casi de inmediato», advierte Mercado. Por eso, resulta especialmente atractivo para inversores que buscan rotación de capital, diversificación o rentas en el corto plazo.

Ejemplos concretos de ello se pueden ver en barrios como Colegiales, donde «la reconversión de una casa antigua en dos unidades premium con terraza y parrilla —pensadas para renta temporaria o reventa— demandó una inversión total de u$s180.000, con una rentabilidad proyectada del 43% en 12 meses», detalla el CEO de Merva. También en Villa Crespo, donde un PH de tres plantas fue transformado con una intervención liviana en tres unidades tipo coliving, con una inversión desde u$s60.000 y un retorno estimado de entre 10% y 12% anual en dólares, más la valorización del activo.

Para los especialistas consultados, el mercado ya empezó a entender que no se trata solo de una alternativa: tiene lógica urbana, económica y financiera. A medida que los proyectos tradicionales enfrenten costos crecientes y menor demanda, el redesarrollo va a crecer con fuerza, sobre todo en ciudades con mucho stock inmobiliario desaprovechado.

Info: IProfesional

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