
¿Cuánto cuesta trasladar una casa modular a otra provincia?
Con costos muy variables que pueden ir desde los US$5000 a los US$20.000, se trata de un proceso que también tiene aristas técnicas y legales.
*19 de diciembre de 2025*
*3 minutos de lectura*
Se deben tener en cuenta cuestiones técnicas y legales, además de los costos.
En los últimos años, las casas modulares se han convertido en una alternativa cada vez más visible dentro del mercado inmobiliario. Su atractivo radica en la rapidez de construcción, la previsibilidad de costos y la posibilidad de trasladarlas, al menos en teoría, de un terreno a otro. Pero, ¿qué ocurre cuando una familia decide mudar su vivienda modular a otra provincia? La respuesta abre un abanico de cuestiones técnicas, legales y económicas que distan mucho de la idea romántica de “enganchar la casa a un camión y salir a la ruta”.
Una casa modular es, en esencia, una vivienda construida en fábrica a partir de módulos estandarizados que luego se ensamblan en el terreno elegido. Este sistema industrializado permite reducir plazos de obra: mientras una construcción tradicional puede demorar entre ocho y nueve meses, una modular se entrega en apenas 120 días. Además, los costos suelen ser cerrados, con presupuestos que oscilan entre US$1300 y US$1800 por metro cuadrado, dependiendo de las terminaciones. La lógica detrás de este modelo es clara: menos exposición a imprevistos, mayor control de calidad y la posibilidad de que la vivienda llegue prácticamente lista al lugar donde se instalará.
Sin embargo, trasladar una casa modular ya instalada es un desafío completamente distinto. En la Argentina, las empresas especializadas advierten que no se trata de una mudanza convencional, sino de un operativo de transporte de cargas sobredimensionadas. Se requieren camiones grúa, permisos especiales de tránsito y personal técnico capaz de desmontar y volver a montar la estructura. El costo depende de múltiples factores: tamaño de la vivienda, distancia a recorrer, condiciones de acceso en origen y destino, y la necesidad de reconectar servicios básicos como agua, electricidad y gas.
Según estimaciones del sector, mover una casa modular pequeña —de una sola planta— puede costar entre US$5000 y US$8000 en un radio de 80 kilómetros. Si la vivienda es más grande, el precio escala rápidamente: una casa de dos plantas puede requerir entre US$10.000 y US$13.000, mientras que las estructuras más complejas superan los US$20.000. Estos valores incluyen permisos, transporte y reconexión de servicios, pero no contemplan eventuales complicaciones como rutas en mal estado, accesos estrechos o la necesidad de desmontar parte de la vivienda para que pueda circular por la vía pública.
El traslado interprovincial agrega otra capa de complejidad. Cada jurisdicción tiene regulaciones específicas sobre el transporte de cargas de gran tamaño, lo que obliga a gestionar permisos en más de una provincia. Además, los costos de combustible, peajes y escoltas policiales —en algunos casos obligatorias— incrementan el presupuesto final. Una empresa especializada suele encargarse de todo el proceso: desde la evaluación inicial de la vivienda y el terreno de destino, hasta la logística del transporte y el montaje final. Intentar hacerlo por cuenta propia no solo es riesgoso, sino ilegal en la mayoría de los casos.
En este contexto, trasladar una casa modular a otra provincia es una decisión que merece ser bien evaluada, ya que más allá de la promesa de movilidad que acompaña al concepto de “modular”, la realidad muestra que mover una casa completa es un proceso caro, complejo y altamente regulado.