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La ciudad patagónica que suma proyectos y abandona a las cabañas de madera
Los nuevos edificios abren un camino hacia una ciudad que integra tecnologías y tendencias sin perder la esencia patagónica
En el sur argentino, San Martín de los Andes está en plena transformación. Durante décadas, su identidad arquitectónica estuvo marcada por el estilo alpino, con cabañas de madera y piedra que se funden con el entorno natural. Sin embargo, una nueva generación de desarrollos está cambiando la fisonomía de la ciudad, con diseños más modernos que buscan redefinir la manera de vivir en la Patagonia.
Es un destino de permanente visita, tanto con sol potente y temperaturas cálidas en verano como con el manto de nieve que lo hace inigualable en el invierno.
Esta aldea cordillerana del siglo XXI, con 35.000 habitantes permanentes, está muy cambiada y actualizada, a la vez que conserva la esencia de aquel primer poblado que fue creado en 1898. La ciudad se extiende desde uno de los extremos del tan famoso Camino de los Siete Lagos que une a San Martín de los Andes con Villa La Angostura.
Ahora, la ciudad está en plena transformación y, con ella, su arquitectura. Si bien el estilo alpino sigue vigente, cada vez más casas y desarrollos inmobiliarios quieren modernizar la ciudad integrando nuevas tecnologías y tendencias.
“Sí, es cierto que San Martín de los Andes tiene una identidad arquitectónica muy particular, con cabañas y edificios que se funden con el entorno natural. Sin embargo, creemos que es hora de proponer una nueva visión, una que no rompa con la esencia de la ciudad, sino que la actualice y la renueve”, sostiene el arquitecto Luciano Kruk, a cargo de uno de los nuevos desarrollos.
San Martín de los Andes fue el lugar con el primer hotel cinco estrellas del sur del país, y también fue refugio del escritor chileno Pablo Neruda. Hoy, la construcción pertenece a un nuevo desarrollo, será restaurado y reconvertido dentro del proyecto.
El hotel que eligió Neruda
Construido a principios del siglo XX, el hotel Los Andes fue uno de los primeros en recibir turistas en San Martín de los Andes. Su arquitectura de estilo alpino, con detalles en madera y piedra, se integraba con en el entorno natural de la Patagonia.
Fue inaugurado en 1937 por Guy Dawson, un colono australiano, y su mujer, Primitiva Insaurralde. Albergó a la realeza y a familias aristocráticas que llegaban en hidroaviones para disfrutar de la caza y la pesca en la región. Es conocido por los vecinos como “el hotel de los bueyes”.
En la entrada a lo que había sido el hall del hotel, una placa conmemora el paso de Neruda por el lugar. A lo largo de los años, el hotel fue testigo del crecimiento de la localidad y del flujo de visitantes que llegaban atraídos por sus paisajes imponentes.
Pero, el lugar esconde una historia muy particular: en 1949, Pablo Neruda encontró refugio aquí cuando huía de la persecución política en su país. El poeta atravesó la Cordillera de los Andes a caballo, disfrazado y bajo el nombre falso de Antonio Ruiz Legarreta.
Hoy, el icónico edificio es el centro del proyecto Vivre Andes, un condominio premium de montaña. La propuesta respeta la estructura original del hotel, recuperando techos y aberturas, y conservando la fachada, la carreta con los bueyes y el gaucho en la entrada. Ya no será un hotel, sino el club house del complejo turístico.
El complejo se diseñó en torno a este edificio histórico sin afectar su visibilidad desde la Ruta 40. Aunque estará rodeado por nuevas estructuras, su presencia seguirá siendo un punto de referencia en el paisaje de San Martín de los Andes.
El proyecto está emplazado en un terreno que abarca 11.200 metros cuadrados y está diseñado para integrar la naturaleza con la vida urbana. Ubicado a 1000 metros del centro y con acceso desde la ruta, contará con cuatro módulos y 66 unidades de dos a cuatro ambientes.
“Estamos haciendo un desarrollo de alta gama, con muy buena recepción entre los locales. El municipio obliga que el hotel se conserve como patrimonio histórico y es nuestro deseo también”, afirma Tavella, quien ya vendió el 60% de las unidades.
Las viviendas, construidas con tecnología y diseñadas para una alta eficiencia térmica, serán aptas tanto para residencia permanente como para renta temporaria. Con la finalización prevista para diciembre de 2026, el m2 va desde los US$3700 a US$3900, mientras que los tickets arrancan a partir de los US$223.000 para un dos ambientes de 70 m², US$370.000 los tres ambientes de 118 m² y desde US$609.000 los cuatro ambientes de 180 m².
“Hay una movida inmobiliaria en esta zona y se van a hacer cada vez más emprendimientos en uno de los puntos más fuertes de la Patagonia”, asegura el desarrollador.
ROMPER CON LO TRADICIONAL
Uno de los emprendimientos que lideran la transformación de San Martín de los Andes es All Chapelco, diseñado por el estudio de Kruk. “Queremos mostrar que es posible crear algo nuevo y contemporáneo sin perder la conexión con el entorno natural y la identidad de la ciudad”, explica el arquitecto.
Con su estructura geométrica y materiales que dialogan con el paisaje, este desarrollo cuenta con 16 departamentos de uno y dos ambientes, con tickets finales que llegan a los US$280.000 -solo quedan cuatro unidades de dos ambientes- y un local gastronómico que redefine el concepto de habitabilidad en la región.
“Nuestro diseño busca ser un puente entre la tradición y la modernidad”, asegura. Su entrega será para fines de 2026.
CHAPELCO, EL CERRO MÁGICO
Además del fuerte crecimiento inmobiliario, la ciudad también traerá novedades para los amantes del esquí. Después de 28 años, se vuelve a licitar el cerro Chapelco y de los siete oferentes iniciales que presentaron sus sobres hace diez días atrás, solo tres continúan en el último tramo del proceso para quedarse con la concesión del centro de esquí.
Se espera la definición durante mayo para que el fin de semana largo del 20 de junio se lance la temporada que promete ser histórica en nieve y recaudación. El nuevo concesionario obtendrá un contrato por 25 años, con opción a prórroga por cinco años más.
En el Cerro Chapelco esperan una temporada récord
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